martes, 14 de agosto de 2007

Desmayos en metro U de Chile

Miriam Paredes tiene 42 años y para llegar del trabajo a su casa debe tomar el metro Universidad Católica y bajarse en Universidad de Santiago. El lunes 13 de agosto a las 19:20 sufrió un desmayo en la estación Universidad de Chile. Es el segundo que le ocurre debido a la aglomeración de gente en los trenes. La alta demanda del metro producto del Transantiago ha hecho que Miriam Paredes odie este sistema de transporte.

Estuvo 15 minutos esperando el tren y apenas se subió sintió que le bajaba la presión. Luego de eso vinieron los mareos y la fatiga. Cuando el tren llegaba al metro Universidad de Chile se desmayó. Los pasajeros que la acompañaban reaccionaron para evitar su caída. Luego de que el tren se detuviera en la estación, pidieron permiso a gritos para sacar a Miriam Paredes. Llamaron a funcionarios de metro que se encontraban cerca de ahí, quienes de inmediato acudieron a atenderla. Se armó un pequeño tumulto de gente al borde del andén observadora de lo que ocurría.

Los funcionarios de Metro llamaron al paramédico de la estación para que atienda a la señora Miriam. Pasó un minuto y el paramédico se acercó donde estaba la señora. Justo llegó cuando despertó del desmayo. Desconcertada y sin saber que sucedía Miriam Paredes todavía sentía fatiga y mareos después de abrir los ojos.
El paramédico y un guardia de metro llevaron a la señora Miriam hasta la enfermería de la estación. Allí se le hizo un chequeo general. Su presión volvió a la normalidad. Cinco minutos después salió de la enfermería con los ojos rojos y desorientada. Sus dos acompañantes la ayudaron a subir las escaleras hasta la salida de la estación.

Miriam Paredes debe hacer todos los días ese viaje. Ella prefiere el metro porque la micro "se demora mucho y pasan todas llenas", dijo cuando estaba fuera de la estación. Luego agregó: "Tengo problemas de presión, el médico me dijo que era propensa a los desmayos y me prohibió andar en metro cuando esté muy lleno. Desde mi trabajo en la estación Universidad Católica no puedo irme en otro horario que no sea el horario punta, porque si espero mucho no llego a estar con mi familia. Lo hago sobre todo por mi hijo que tiene seis añitos". Es el segundo desmayo que sufre a causa del Transantiago. Con el sistema de transporte anterior no había sufrido ningún problema de salud.
"Yo creo que ya no puedo andar más en metro" dice mientras sus dos acompañantes asienten con la cabeza "o voy a tener que esperar a que se desocupe bien para poder subir". Señaló que su hijo menor lo cuidaban sus hermanos mayores de edad hasta la hora que ella llegaba, pero igual se sentía mal por llegar tarde y no poder estar un rato más con su familia.

4 comentarios:

joaquin urrutia dijo...

Transapocalipsis Now

Daniela A. dijo...

Esta situación es preocupante, porque hasta muertes han habido por el hecho de ir todos apretados.

Alfredo Sepúlveda dijo...

Es una historia, pero cuesta ligarla con la trascendencia social de Transantiago. Uno sospecha que la señora s desmaya porque va mucha gente en los vagones, pero si ya tenía una condición médica previa, ¿por qué Transantiago va a ser el culpable? Con todo, está bien contada.

Anónimo dijo...

Es un desasastre el transantiago. Justamente con la historia que tu relatas, la que por cierto esta bien contada y precisa, nos podemos dar cuenta de la rutina diara vivida por la gente que se transporta en este medio y que claramente termina enferma, por las condiciones indignas a las que se enfrenta cotidianamente.